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Qué es la demencia vascular: sus causas y síntomas

Esta enfermedad se produce por una reducción del riego sanguíneo debido a un estrechamiento o a un bloqueo de los vasos del cerebro

La demencia vascular provoca una disminución de las habilidades cognitivas debido a que en el cerebro se produce una reducción del riego sanguíneo. Es la segunda causa más común de demencia. En este artículo te explicamos en qué consiste, qué tipos de demencia vascular existen, cuáles son los síntomas más comunes, cómo se diagnostica y qué se puede hacer para prevenirla.

A Laura no se le olvida cómo se enteró de que su madre sufría demencia vascular. Un día de agosto, mientras estaba haciendo ejercicio, sonó el teléfono: “Es tu mamá. La he ido a despertar para que se levantara y no responde”, le explicó la cuidadora.

Laura lamentó en ese momento no estar más en forma para volver más rápidamente a casa. Cuando llegó a su dormitorio, su madre tenía agarrada la mano de la cuidadora y los ojos abiertos, pero sin mirar hacia ningún sitio.

Llamaron a la ambulancia. No tardó mucho en llegar, pero la espera se le hizo eterna. Tras las pruebas, le informaron de que su madre había tenido un ictus. Su madre sobrevivió. Pero ese día, Laura comenzó a investigar y a atar cabos hasta que los datos le condujeron hasta esta patología.

Ella sabía que su madre había ido perdiendo facultades paulatinamente, pero lo asociaba a “cosas de la edad”. Ahora, ya había dado con el nombre y el apellido de lo que le pasaba y, a medida que iba sabiendo más, las piezas iban encajando.

 ¿Qué es la demencia vascular?

La demencia vascular es un término que se emplea para denominar una disminución de las habilidades cognitivas (razonamiento, planificación, juicio, memoria y otros procesos mentales) que la persona sufre debido a una reducción en el cerebro del riego sanguíneo.

El cerebro posee una de las redes más ricas de vasos sanguíneos. Las células cerebrales para estar sanas y funcionar correctamente necesitan un suministro constante de sangre, de la que obtienen oxígeno y nutrientes.

Si el sistema vascular del cerebro se daña, provocando que los vasos sanguíneos tengan fugas o se bloquen, la sangre no llega a las células y éstas, finalmente, mueren.

Si el suministro de sangre se interrumpe durante más de unos minutos, el accidente cerebrovascular provocará la muerte de esa área de tejido cerebral.

La demencia vascular es la segunda causa más común de demencia y se estima que entre el 5% y el 10% de las personas sufren esta enfermedad.

Sin embargo, a veces, estos cambios vasculares coexisten con otras alteraciones producidas por otro tipo de demencia, como el alzhéimer o la demencia por cuerpos de Lewy. Cuando la persona sufre más de un tipo de demencia, se dice que tiene una demencia mixta. La enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular es el tipo de demencia mixta más común.

Como ocurre con otros tipos de demencia, la vascular reduce la esperanza de vida. Algunos datos apuntan a que los pacientes que desarrollan demencia después de sufrir un accidente cerebrovascular sobreviven un promedio de tres años.

Las personas que sufren esta enfermedad pueden experimentar una mejoría de sus capacidades cognitivas durante su recuperación, dado que el cerebro puede generar nuevos vasos sanguíneos y las células cerebrales, que se encuentran fuera de la zona dañada, pueden asumir nuevas funciones.

Demencia relacionada con un accidente cerebrovascular

No todas las personas que sufren un ictus, desarrollarán una demencia, pero algunas lo harán inmediatamente después de haber tenido un accidente cerebrovascular o lo harán a los seis meses siguientes. Se calcula que alrededor de un 20% desarrollarán esta enfermedad.

Un accidente cerebrovascular o ictus se produce porque el flujo de sangre se bloquea. Este bloqueo puede estar provocado por distintas causas.

  • Accidente cerebral isquémico. La interrupción de la circulación de la sangre puede estar provocada por un depósito de grasa de una arteria que se desprende y viaja al cerebro o si el flujo no llega con la suficiente fuerza debido a que el corazón tiene un latido irregular y se forma un coágulo.
  • Accidente cerebrovascular hemorrágico. El ictus también se puede producir por un sangrado, es decir, un vaso sanguíneo se hincha y se rompe o, debido a que se encuentra debilitado, tiene fugas.
  •  AIT (Ataque Isquémico Transitorio) o “mini accidente cerebrovascular”. Se produce por un coágulo temporal. Dado que no causa daños permanentes, a menudo, se ignora o se le resta importancia. Pero es un gran error porque este tipo de accidente puede indicar que, posteriormente, se pueda sufrir un ictus mucho más grave.

Tipos de demencia

Existen diferentes tipos de demencia vascular en función del daño cerebral y de dónde se haya producido la lesión. Según esta clasificación, la demencia vascular puede generarse después de sufrir:

  1. Multi-infartos en las regiones corticales (la parte externa del cerebro, también denominada la materia gris) y subcorticales (parte interna del cerebro).
  2. Tras sufrir un único infarto cerebral estratégicamente localizado.
  3. Encefalopatía subcortical de Biswarger.
  4. La enfermedad de CADASIL

1. Demencia vascular producida por un multi-infarto en la región cortical y subcortical

Es el tipo más común de demencia vascular. Se caracteriza por aparecer de forma gradual. La persona sufre una serie de pequeños accidentes, en los que se produce un déficit sanguíneo, que van a terminar provocando una acumulación de infartos en el cerebro, lo que desembocará en una demencia.

El paciente puede sufrir trastornos en la marcha, disfunción motora en un lado del cuerpo (hemiparesia), los músculos se ponen tensos y rígidos (espasticidad) y tiene problemas con la vista.

Entre otras manifestaciones, también se encuentran la dificultad para identificar un objeto utilizando los sentidos (agnosia). Por ejemplo, no reconoce un teléfono cuando suena o los sabores cuando comen. O es incapaz de realizar las actividades básicas de la vida diaria (apraxia), como vestirse, porque no distingue el derecho del revés, no sabe seleccionar la ropa adecuada o seguir la secuencia de pasos que hay que llevar a cabo para ponérsela.

Puede experimentar problemas para comunicarse o para tragar (síndrome pseudo bulbar).

En este tipo demencia, los accidentes isquémicos ocurren, generalmente, de forma bilateral en varias partes del cerebro, como el tálamo y la corteza frontal y temporal.

2. Infarto cerebral estratégicamente localizado

Este tipo de accidente se suele producir en la zona del cerebro en que se encuentra el tálamo (pequeña estructura situada dentro del cerebro y que ayuda a procesar la información que llega de los sentidos), especialmente en el hemisferio cerebral izquierdo (una de las dos partes principales en las que se divide el cerebro, responsable, en general, del lenguaje y del habla).

Cuando se dan este tipo de lesiones, la demencia es menos frecuente y menos marcada que la producida por un multi-infarto. En general, las lesiones que se producen en el hemisferio izquierdo provocan menos daño que las que tienen lugar en el hemisferio derecho.

El daño producido variará dependiendo del área afectada, el volumen y la capacidad del cerebro para reponerse del accidente.

Si la lesión se produce en la región cortical (parte externa del cerebro), las alteraciones más comunes son la incapacidad o dificultad para escribir, la incapacidad o dificultad para el cálculo, la incapacidad para reconocer la izquierda o la derecha y la incapacidad para distinguir los dedos de una mano.

La persona podría desarrollar demencia tras sufrir un único episodio.

Si la región afectada es el área subcortical (parte interna del cerebro), el paciente podría sufrir somnolencia, apatía, enlentecimiento del pensamiento (bradipsiquia) y pérdida de iniciativa.

3. Encefalopatía sub cortical de Binswanger

Se caracteriza por estar provocada por infartos lacunares, es decir, pequeños infartos que se producen en la sustancia blanca del cerebro. Este tipo de accidentes afecta a las funciones constructivas, es decir, a la capacidad para dibujar o realizar construcciones bidimensionales o tridimensionales. En estos casos, la memoria del paciente puede no verse muy afectada. Posteriormente, sí se deteriorará, al igual que el lenguaje y las funciones visuales-espaciales.

Otros síntomas característicos, suelen ser la apatía y la abulia (falta de motivación). A veces, el paciente también se muestra irritable y agitado. Estos periodos se alternan con otros en los que disminuye el nivel conciencia y aumenta la somnolencia.

La persona también sufre episodios de deterioro agudo con recuperaciones parciales y una lenta progresión a la demencia.

Otro rasgo diferencial es la alteración de la marcha. El paciente presenta una forma de caminar similar a la que muestran los pacientes con parkinson o también con pequeños pasos.

4. La enfermedad de CADASIL (Arteriopatía cerebral autosómica dominante con infartos subcorticales y leucoencefalopatía)

Esta enfermedad tiene una base genética. Se cree que la causa está provocada por las mutaciones R1031C y C455R en el gen Notch3.

Se produce tras sufrir accidentes isquémicos transitorios en los pequeños vasos que irrigan la región cortical y subcortical del cerebro.

La enfermedad se caracteriza, al principio, por presentar episodios de migrañas con aura, alteraciones del humor, de la motivación, el lenguaje y el sueño (la persona tiene menos necesidad de dormir).

El paciente también puede mostrarse ansioso o depresivo. Este tipo de demencia se presenta a una edad temprana.

Síntomas de la demencia vascular

Los síntomas asociados a la demencia vascular varían en función de la parte del cerebro que resulte afectada por la disminución del riego sanguíneo.

En el anterior punto, dedicado a los distintos tipos de demencia de vascular, hemos visto los signos asociados a cada uno de ellos. Ahora, enumeraremos algunos de los síntomas más comunes:

  • Desorientación
  • Confusión
  • Dificultad para hablar y para comprender
  • Dificultad para prestar atención y concentrarse
  • Dificultad para organizar los pensamientos y las acciones
  • Problemas a la hora de analizar una situación, diseñar un plan para afrontarlo y para comunicárselo a los demás
  • Dificultad para decidir qué hay hacer en cada momento
  • Problemas de memoria
  • Agitación
  • Marcha inestable
  • Deseo repentino y frecuente de orinar. Incontinencia urinaria
  • Síntomas típicos de un accidente cerebrovascular, como un dolor de cabeza repentino e intenso
  • Entumecimiento o parálisis de un lado de la cara o del cuerpo
  • Dificultad para caminar
  • Problemas para mantener el equilibrio
  • Depresión o apatía

Si se compara con la evolución de la enfermedad de Alzheimer, en este tipo de demencia la pérdida de memoria, en general, no predomina tanto y el inicio de la enfermedad suele ser más brusco.

Cuando se produce un infarto en la corteza cerebral, el deterioro afecta, sobre todo, al lenguaje, al cálculo, la memoria, la apraxia (incapacidad para realizar tareas que requieren recordar patrones o secuencias de movimientos) y la agnosia (impide que la persona procese correctamente las sensaciones que obtiene a través de los sentidos). Pero si el daño es más difuso, al ser producido por pequeños infartos cerebrales, la enfermedad se manifiesta, fundamentalmente, con lentitud de ideas, falta de atención y dificultad para llevar a cabo funciones ejecutivas (funciones cognitivas que nos permiten planificar y programar actividades).

En la demencia vascular también pueden aparecer alteraciones de conducta, predominando la apatía.

Durante su desarrollo, un paciente puede permanecer estable durante un periodo y, luego, empeorar, o alternar periodos en los que permanece estable y, de repente, empeorar.

Diagnóstico

No hay pruebas específicas que permitan confirmar que el paciente sufre una demencia vascular. El médico llegará a esa conclusión si el paciente ha sufrido un accidente cerebrovascular y tiene problemas de corazón o en los vasos sanguíneos.

 -El médico utilizará la historia clínica para comprobar cuál es el estado de salud del paciente. En el caso de que la historia no contenga valores recientes, el doctor pedirá medidas sobre presión arterial y solicitará un análisis para conocer los niveles de colesterol y azúcar en sangre. Para descartar otras posibles causas que provoquen pérdida de memoria y desorientación, puede que haga pruebas para comprobar si hay un trastorno del tiroides o deficiencias vitamínicas.

También interrogará al paciente y a un informador fiable (generalmente un familiar) sobre la sintomatología y su situación funcional.

Es probable que, además, lleve a cabo una exploración neurológica en la que examinará:

  • Los reflejos.
  • El tono y fuerza muscular, y qué diferencias hay entre la fuerza que tiene en un lado del cuerpo y la del otro.
  • La capacidad que tiene el paciente para levantarse de una silla o caminar por la habitación.
  • La vista y su sentido del tacto.
  • La coordinación.
  • El equilibrio.

Pruebas neuropsicológicas

También se llevará a cabo una exploración neuropsicológica. En este tipo de pruebas se evalúa la capacidad para:

  • Hablar, escribir y entender.
  • Habilidad con los números.
  • Capacidad para aprender y recordar información.
  • Capacidad para elaborar un plan de acción y resolver un problema.
  • Saber solucionar situaciones hipotéticas.

Pruebas de imagen

Para llevar a cabo un diagnóstico acertado, es posible que el doctor se ayude de pruebas radiológicas (tomografía axial computerizada (TAC) craneal o resonancia magnética cerebral (preferiblemente esta última) y de medicina nuclear (SPECT o PET cerebral).

  • Tomografía computarizada. En esta prueba el paciente se tumba sobre una camilla que se desplaza por una máquina con forma de rosquilla y que se encargará de tomar radiografías del cuerpo desde distintos ángulos. Una computadora unirá todas estas radiografías y creará imágenes del interior del cuerpo.

Antes de la prueba es necesario que al paciente le inyecten una solución de contraste (un tinte) en el brazo.

Con los resultados, el médico podrá conocer la estructura del cerebro: si alguna región redujo su tamaño y si se detectan evidencias de que ha habido accidentes cerebrovasculares, accidentes isquémicos transitorios, cambios en los vasos sanguíneos o tumores.

  • Resonancia magnética: Durante la prueba, el paciente se acostará y se introducirá en el interior de una máquina que, generalmente, es similar a un tubo largo y estrecho. Dentro del tubo la persona está rodeada por un campo magnético que reacciona con los elementos magnéticos de dentro del cuerpo y transmite una señal. Esta señal se recoge y se procesa en un ordenador, mostrando una imagen que puede visualizarse en la pantalla. La parte más molesta de la prueba es el ruido potente y monótono que genera la máquina.

Se suele preferir este tipo de prueba porque proporciona más información que las tomografías computarizadas.

Tratamientos

No existen medicamentos para tratar específicamente esta enfermedad, pero algunos de los tratamientos para el alzhéimer pueden ayudar. Los médicos suelen prescribir inhibidores de la colinesterasa y memantina.

Controlar los factores de riesgo vascular mediante tratamientos o cambios en el estilo de vida ayudarán a que la demencia vascular no se agrave.

Cómo prevenir la demencia vascular

Las personas que sufren demencia vascular han tenido uno o más de los siguientes factores de riesgo: han sufrido un ataque al corazón, un ictus, hipertensión, diabetes, colesterol o son fumadores.

De hecho, un paciente que ha tenido un accidente cerebrovascular o que tiene diabetes o una enfermedad cardiaca tiene, aproximadamente, el doble de posibilidades de desarrollar este tipo de demencia.

Si un paciente ha sufrido múltiples ictus, el riesgo de desarrollar demencia vascular aumenta con el número de ictus experimentados a lo largo del tiempo.

La apnea del sueño, una afección en la que la respiración se detiene durante unos segundos o minutos mientras se duerme, también es considerada como un factor de riesgo.

Sufrir o haber sufrido una depresión también aumenta el riesgo.

Es posible que el médico le recete medicamentos o le indique que tiene que hacer cambios en su estilo de vida para:

  • Reducir la presión arterial
  • Reducir el nivel de colesterol
  • Prevenir la coagulación de la sangre. Controlar la fibrilación auricular (ritmo cardiaco irregular y anormal que puede provocar coágulos de sangre; se trata de la arritmia más frecuente)
  • Ayudar a controlar el nivel de azúcar en sangre
  • Reducir el sobrepeso en la mediana edad

Es recomendable realizar una actividad física de forma regular, llevar una alimentación saludable, controlar el peso y mantenerse activo social y mentalmente.

Cómo preparar la consulta con el médico

Si la persona ha tenido síntomas leves, es probable que acuda a su médico de atención primaria para consultarle sus sospechas sobre que algo no va bien. En el caso de que su médico piense que se trata de algo más serio, le derivará a un neurólogo.

Para que la consulta sea lo más efectiva posible, es conveniente prepararse previamente de la siguiente manera:

Anote todos sus síntomas. El médico querrá conocer qué le preocupa, por qué cree que su mente no funciona como antes. Tome nota de algunos ejemplos. Recuerde cuándo comenzó a sospechar que ya no se encontraba bien. Si cree que su estado está empeorando, explique por qué tiene esa sensación.

Pídale a un familiar o amigo que le acompañe. Esa persona puede ayudar al médico a conocer la situación real en la que se encuentra. Además, le ayudará a recordar la información que el doctor le proporcione en la consulta.

Haga una lista de todas la enfermedades que tiene.

Haga una lista de todos los medicamentos que toma, incluidos, medicamentos sin receta, vitaminas y suplementos.

También es conveniente llevar una lista de preguntas que quiera hacer al médico para que no se le olvida nada. Estos son algunos ejemplos:

  • ¿Cree que tengo problemas de memoria?
  • ¿Cree que mis síntomas están relacionados con problemas de circulación en el cerebro?
  • ¿Qué análisis y pruebas me tengo que hacer?
  • ¿Qué puedo hacer para ralentizar el desarrollo de la demencia?
  • ¿Qué medidas debería tomar a largo plazo?
  • ¿Cómo afectará esta enfermedad al resto de las afecciones que tengo?

Qué preguntas le podrá hacer el médico:

Es conveniente que se prepare con antelación la preguntas que es posible que le haga el médico.

  • ¿Qué tipo de problemas ha observado a la hora de pensar? ¿Cuándo los notó por primera vez?
  • ¿Ha empeorado de forma progresiva o a veces se siente mejor y otras peor? ¿Ha empeorado de repente?
  • ¿Alguna persona cercana a usted (su pareja, sus hijos o amigos) se han mostrado preocupados por su forma de pensar o razonar?
  • ¿Le resulta más difícil hacer actividades o pasatiempos que antes hacía sin dificultad?
  • ¿Se siente más triste o más ansioso de lo habitual?
  • ¿Se ha perdido al dirigirse a algún lugar conocido para usted? Por ejemplo, ¿al ir a su casa o a otro lugar al que ha ido muchas veces y cuyo camino conoce?
  • ¿Reacciona de forma diferente a cómo lo hacía antes?
  • ¿Se siente más apático?
  • ¿Bebe alcohol? ¿Fuma?
  • ¿Ha notado problemas a la hora de caminar? Por ejemplo, temblores.
  • ¿Tiene problemas para recodar las citas médicas o para tomar la medicación?
  • ¿Se ha revisado recientemente la vista o el oído?
  • ¿Cuenta con familiares que, a medida que han envejecido, han tenido problemas de memoria o para pensar? ¿Alguien de su familia ha sido diagnosticado de sufrir la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia?

Referencias

-Vascular Dementia. Mayo Clinic.

-Vascular Dementia. Alzheimer’s association

-Vascular Dementia. Dementia Australia

-American Stroke Association. Types of stroke

-What Is Vascular Dementia? Verywell Health.

 

Fecha de publicación: 17 febrero 2022

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3 Comentarios

  • Cuando a mi madre le diagnosticaron una demencia vascular se fue poco a poco y ahora es como si tuviera a otra madre. Mi madre, a la que yo conocía, ya no está.

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