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21 días para lograr nuevos propósitos: ¿mito o realidad?

Cómo adquirir un hábito

A Mercedes siempre le pasa lo mismo: sus buenos propósitos se los arruina el horario. ¿Qué horario? El que ella se autoimpone. Tras una jubilación anticipada por enfermedad,  ahora su principal obligación es cuidar a su madre que sufre Alzheimer. Mercedes se ha propuesto hacer las cosas bien. Así que se ha organizado para no sufrir el síndrome del cuidador. Su receta: por la mañanas, cuando llegue la cuidadora, darse un paseo de una hora a buen ritmo; cocinar tres veces por semana para no caer en la tentación de comer cualquier cosa y salir, como mínimo, dos veces a la semana. Sus objetivos están claros, el problema es crear los hábitos necesarios para poder cumplirlos. Siempre le ocurre lo mismo, cuando tiene que hacer algo, se entrega a ello, y no ve el momento de parar y comenzar con una actividad nueva. Pero esta vez, está decidida a lograrlo: solo necesita 21 días o eso cree ella.

La verdad, como siempre, es dura. No existen fórmulas rápidas para crear un hábito. Y lo que es peor… conseguirlo lleva un porcentaje alto de sacrificio.

¿Cuánto tiempo lleva crear un hábito?

Phillipa Lally, un investigadora de salud en el University College de Londres, publicó un estudio en European Journal of Social Psychology, para responder a esa pregunta. Los resultados de su investigación, tras examinar los hábitos de 96 personas durante un período de 12 semanas, señalaron que de media les llevó más de dos meses -66 días para ser exacto- convertir un cambio en un comportamiento automático. Esta es la media, porque el éxito dependerá de muchas variables. Así que si quieres ser realista, puede que te lleve 8 meses. La buena noticia es que no debes preocupante si sucumbes de vez en cuando. Esos fallos no afectarán al proceso de adquirir el hábito.

Entonces ¿dónde queda esa máxima de que solo se necesitan 21 días para cambiar tu vida?
Pues en una bonita ilusión inspirada en un libro, que publicó en los años 60 Maxwell Maltz, un cirujano plástico que se dio cuenta de que sus pacientes tardaban unos 21 días en acostumbrarse a su nuevo rostro. Sin embargo, Maltz añadió que, según sus observaciones, se requería un mínimo de unos 21 días.  Como el titular era demasiado llamativo, al final, la idea se simplificó y se quedó en 21 días.  Según Jason Selk, experto en resistencia mental aplicada al mundo del deporte, de los negocios y de la vida, detrás de un cambio de hábito se esconde sacrifico y emoción.

Selk asegura que a la luna de miel, que es la fase en la que estamos motivados y nos decidimos a introducir cambios en nuestra vida, le sigue la de la dificultad, en la que las ganas disminuyen y se impone la realidad. Para conseguir avanzar hacia una etapa en la que habrá que superar dos o tres dificultades, es necesario reconocer que lograrlo no va a ser fácil. Cada vez que venzas la tentación estarás más capacitado para superar la siguiente, mientras que cuando elijas abandonar, serás más propenso a fracasar en el siguiente intento.

Sin emoción no hacemos nada. Así que cada vez que te encuentres en ese estado, pregúntate: ¿Cómo me sentiré si lo logro? Y… ¿cómo me sentiré si no lo logro? Y si las dos técnicas anteriores no te llevan a la acción, entonces imagina cómo será tu vida en cinco años sin conseguir tu propósito. Una vez que te has vuelvo a convencer, superado los primeros baches y alcanzado un buen ritmo, aparecerán tres nuevas interrupciones:

El monstruo del desánimo. El pensamiento negativo se apropia de nuestra mente y comenzamos a pensar que intentarlo no vale la pena, que no podemos hacer nada.
– Las interrupciones. Después de lo que nos ha costado tener un buen ritmo, nos ponemos enfermos o llega el fin de semana o comienzan las vacaciones.
– El éxito nos seduce. Durante este período comenzamos a pensar que somos especiales y que hemos encontrado la fórmula del éxito, sin esforzarnos demasiado.

La verdad es que para cambiar los hábitos hay que hacer un esfuerzo diario. Y el mejor paso para conseguirlo, es empezar ya.

Fecha de publicación: 20 marzo 2015

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